El canciller Enrique Reina señala la reagrupación de las fuerzas detrás del golpe de 2009 como parte de una estrategia para evitar un nuevo triunfo electoral de la presidenta Xiomara Castro.

El gobierno de Honduras, a través del canciller Enrique Reina, denunció una «conspiración clara» por parte de sectores que buscan desestabilizar la administración de la presidenta Xiomara Castro.

A través de un comunicado difundido en sus cuentas en redes sociales, Reina vinculó estos movimientos con las fuerzas que participaron en el golpe de Estado de 2009, indicando que tanto actores nacionales como externos se han reagrupado con el objetivo de evitar la continuidad del proyecto político liderado por Castro.

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Reina recordó que, a pesar de los intentos de fraude en elecciones anteriores, la victoria de Castro en 2021 fue contundente, superando las maniobras del Partido Nacional y sectores golpistas.

Y destacó que estas fuerzas, asociadas con lo que llamó el «narco-estado» y la corrupción, están intentando impedir un nuevo triunfo electoral, en medio de un contexto de presiones internacionales, particularmente por parte de Estados Unidos.

En su mensaje, Reina también subrayó que la administración de Castro se enfrenta a continuos intentos de vincular al gobierno con el narcotráfico, algo que calificó como una estrategia para desviar la atención de las acusaciones que recaen sobre los anteriores gobiernos.

“No nos pongan en el plano del narco-estado”, afirmó el canciller, quien enfatizó que los responsables de la construcción de ese sistema criminal fueron los que gobernaron anteriormente, aludiendo a la administración del expresidente Juan Orlando Hernández, actualmente acusado de narcotráfico.

En la misma línea, el jefe de la diplomacia hondureña defendió el proyecto político de Castro, orientado a lograr un sistema más justo y democrático, al tiempo que rechazó cualquier intento de criminalizar al gobierno por acciones individuales.

“Lo que haga una persona o individuo le hace responsable a él de sus actos”, agregó Reina, aclarando que la lucha actual es entre aquellos que defienden la democracia y las fuerzas que buscan restaurar un sistema corrupto.

Las tensiones entre Honduras y Estados Unidos han escalado en los últimas semanas, luego de que la embajadora del país norteamericano en Tegucigalpa, Laura Dogu, ha realizado acusaciones públicas contra funcionarios de gobierno acusándolos de narcotraficantes.

Este tipo de actitudes inapropiados para un diplomático en un país que lo ha recibido se ha profundizado tras la postura del gobierno hondureño en apoyo a Venezuela y el sostenimiento de una política exterior independiente del Departamento de Estado estadounidense.

Pese a las presiones, la administración de Xiomara Castro ha sostenido firmemente su principio de respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, algo que Washington no perdona según denuncian las autoridades hondureñas.

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